Foto: Ainhoa Gomà / Ondakin.com
Llevo tiempo intentando descifrar sin éxito la mecánica de los precios y la presencia de las judías verdes en el mercado. O soy idiota -una posibilidad-, o esta verdura se rige por unos criterios diferentes al resto: su coste fluctúa caprichosamente esté en temporada o no, y de repente te la encuentras bien de precio en los puestos en abril. Y hablo de judías verdes locales, no traídas de la Cochimbamba. Supongo que tendrá que ver con su cultivo en invernaderos… pero en cualquier caso, me despista.
Las judías verdes son las únicas verduras que me gustan muy cocidas. Lo siento pero no puedo soportar el tacto en los dientes cuando están al dente, y me encantan cuando se deshacen. Me imagino que será una reminiscencia de la infancia, cuando las tomaba aplastadas con patata cocida y mayonesa casera.
Esta ensalada se puede tomar templada o a temperatura ambiente. Acompañan a las vainas las que para mí son las mejores judías blancas del Universo, las mongetes del ganxet, una variedad enana e increíblemente tierna típica del Maresme y el Vallès en Cataluña. Si no las encuentras, busca alguna pequeña parecida. Las sardinas en lata en este tipo de ensaladas son una auténtica revelación, perfectas sustitutas de las más habituales anchoas.
Dificultad
Para negaciones humanas.
Ingredientes
Para cuatro personas
- 500 gr. de judías verdes
- 300 gr. de mongetes del ganxet cocida (o cualquier judía blanca parecida)
- 8-12 sardinas pequeñas de lata
- 1 zanahoria mediana
- Aceite de oliva extra virgen
- Vinagre de Jerez
- Sal
Preparación
Poner a hervir agua abundante con sal en una cazuela. Quitar los bordes a las judías verdes con un pelador y hervirlas hasta que estén tiernas (unos 10-15 minutos, pero depende de cómo te gusten). También se pueden hacer al vapor en la olla a presión, poniendo agua en el fondo de la olla y las judías sobre una vaporera.
Preparar la vinagreta con 8 cucharadas de aceite de oliva extravirgen, 2 cucharadas de vinagre y sal al gusto.
Mezclar las judías verdes y las mongetes y aliñarlas con unos 2/3 de la vinagreta en la fuente donde vayamos a servir. Repartir los filetes de sardina sin la espina central por encima. Espolvorear con zanahoria rallada y terminar con el resto del aliño.