Dificultad
Nula, a no ser que te dé miedo pelar una alcachofa.
Ingredientes
Para cuatro personas
- 12 puerros pequeños
- 12 alcachofas grandes (o 16-20 pequeñas)
- 2 limones
- 3 dientes de ajo
- 3 cucharadas de azúcar
- 2 cucharadas de perejil picado
- 1/2 cucharadita de romero picado
- 8 cucharadas de aceite de oliva virgen
- Sal y pimienta negra recién molida
Preparación
Cortar un círculo redondo de papel de horno del tamaño de la cazuela baja que vayamos a utilizar (si no se tiene, no es grave, pero sale mejor así). Hacerle un agujero pequeño en el centro.
Limpiar los puerros quitándoles la parte más verde y la capa exterior, pero dejándolos enteros.
Preparar un bol con agua y un chorrito de zumo de limón. Limpiar las alcachofas cortando los tallos primero, eliminando las hojas exteriores después, y pelando un poco la base para quitar los restos de dichas hojas. Finalmente, cortar la punta, y partirlas verticalmente en ocho trozos, quitando los pelitos que tienen en el corazón. Echarlas de inmediato en el agua acidulada para que no se ennegrezcan.
Pelar y cortar los dientes de ajo en láminas. Calentar el aceite en la cazuela y dorarlos a fuego suave. Cuando estén rubios (¡no tostados!) añadir los puerros, las alcachofas bien escurridas, el azúcar, el zumo de limón, el romero y unos 250 ml. de agua. Salar y cubrir con el papel de horno primero, y después con una tapa que deje un pequeño espacio para que salga el vapor. Cocer unos 15-20 minutos a fuego suave, hasta que las alcachofas estén tiernas.
Retirar del fuego, añadir el perejil y corregir de sal y pimienta. Servir las verduras con un par de cucharadas de líquido de cocción por encima.